La averiguación gira en torno a la publicación de imágenes con el armamento que muestran los grupos delictivos, así como los enlaces para establecer contacto con ellos, destacó el ministro del Interiores, Gustavo González López.
Los perfiles de estos grupos en páginas como Facebook y Twitter ya están identificados. Se procede ahora a determinar quiénes manejan esas cuentas.
“No es fácil llegar a ellos, pues tienen códigos y reglas para poder penetrar en esas organizaciones”, destacó.
El conocimiento de estas publicaciones por la web lo manejaba el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) desde hace meses, pero fue el crimen de la mujer desmembrada Liana Hergueta (53), lo que les permitió a las autoridades atar varios cabos sueltos.
Se maneja que fue así como se ubicó a Samuel Ángulo (22), el tercer integrante de los que actuó en el crimen y uno de los que desmembró a la víctima.
Segunda fase. Resuelto policialmente el caso de Liana Hergueta -tratándose de una venganza, porque la mujer dejó mal parado al denunciar por estafa a Carlos Trejo Mosquera, dirigente político juvenil de Primero Justicia-, tras el homicidio quedó descubierto un mundo de criminalidad que entró en una segunda fase de la investigación, con otras partes involucradas en la ecuación.
Financistas, logísticos, militares, periodistas y hasta nombres de políticos directamente son citados en la investigación, aunque sus identidades fueron resguardadas por el ministro como parte de la averiguación.
Trejo Mosquera habría solicitado los servicios de José Pérez Venta (el otro implicado), porque éste pertenecía a los anillos de seguridad de dirigentes opositores.
“Mosquera sabía que Pérez Venta usaba metodologías violentas. Que podía hacer el trabajo”, dijo el ministro, en referencia al caso de la mujer.
Luego, Pérez Venta contactó al tercer implicado, Samuel Ángulo, por las redes sociales. Con ese mismo mecanismo fue como lo atraparon: los funcionarios de la policía científica le pusieron una trampa y fue capturado el miércoles en las inmediaciones del Metro de Colegio de Ingenieros.
“Estamos hablando de un caso abominable, atroz, horrendo. Un cóctel de perversión con elementos que no son de nuestra cultura, que involucra tres estructuras: la autoría intelectual de un político, el sicariato a través del paramilitarismo y el hampa común”, destacó.
Pérez Venta es investigado por otros casos, en los que implementaba los servicios de los grupos que operan en la web.
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