lunes, 7 de septiembre de 2015
Contrabandistas se burlan del régimen y no se detienen con el cierre de frontera
Pese a los férreos controles dispuestos en la frontera tras su decreto de cierre el pasado 18 de agosto, el contrabando hacia Colombia no se ha frenado, pues la comercialización de artículos venezolanos siguen vendiéndose del otro lado de la frontera, sin embargo, los puntos de venta de combustible ilegal sí desaparecieron.
El caso más notorio de contrabando es el de la carne, que durante los últimos años se transformó en uno de los negocios más lucrativos del mercado negro que se mueve en la frontera y que, al parecer, no se ha detenido.
Cristian Peñaranda, un comerciante de carne del sector, dijo que después del cierre de la frontera la llegada de gente todos los días subió más de un 50%. Esto fue corroborado por Claudia Moncada, que ahora vende dos reses diarias y no una como estaba acostumbrada.
No se puede comprobar que el producto que allí se ofrece sea de Venezuela, varios vendedores reconocieron que normalmente se vende 50% de carne nacional y 50 por ciento de contrabando, aunque ellos lo único que hacen es recibir el producto en el mesón, de donde viene, poco interesa, lo único que importa es el precio.
Uno de estos vendedores, que como todos, pidió no revelar su identidad cuando se les tocaba el tema de contrabando, aseguró que el ganado sigue pasando vivo desde Venezuela y se sacrifica en mataderos ilegales del departamento, según reportes de La Opinión.
Verdad o no, es claro que no hay escasez y que los frigoríficos legales no han aumentado el índice de sacrificio. El presidente ejecutivo del Comité de Ganaderos de Norte de Santander (Coganor), Andrés Hoyos, dijo que el aumento de trabajo en los tres frigoríficos que existen no supera las 50 reses diarias, es decir, que no se ha presentado el aumento que se esperaba tras el cierre fronterizo.
A esto hay que sumarle que según los cálculos de la agremiación, Cúcuta y el área metropolitana requieren aproximadamente 350 animales diarios para el consumo, una producción que el departamento tampoco está en capacidad de proveer.
Lo que sí ha cambiado en el mercado de la carne son los precios, que presentaron la última semana un aumento entre $500 y $1.000 por kilo, dependiendo de la parte de la res que se prefiera. Además, también se presenta una notoria escasez de asadura, por la masiva llegada de personas a comprar estas partes, que antes adquirían en San Antonio (Venezuela).
En relación al pescado la única variación está en el bagre, que ahora es nacional y por eso pasó de costar $17.000 a $19.000 el kilo.
Mientras la carne y los otros productos de la canasta básica siguen atravesando de manera ilegal la frontera entre Norte de Santander y Venezuela, el aguacate del país vecino no se ve por ningún lado.
Uno de los comercializadores mayoristas de este fruto, Jaime Rico, explicó que normalmente después de agosto el 100% de los aguacates que se venden en Cúcuta y el área metropolitana provienen de Venezuela, con un precio entre $1.000 y $1.800 el kilo. Ahora, con la situación actual, toda la carga llega del eje cafetero y el costo del kilo supera los $3.000.
Este aumento repentino de precio hizo que vendedores ambulantes de este producto, como Ricardo Rojas, pasaran de comprar 50 kilos diarios, que le costaban $130.000 a 30 kilos diarios, con una inversión de $150.000
“La gente viene y pregunta un aguacate bueno, pero cuando uno les dice que vale $4.000 se van. Ese mismo aguacate antes valía 3.000”, afirmó Rojas.
Con información de El Venezolano News.
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